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lunes, 5 de julio de 2021

HUELLAS DEL FESTIVAL: Acceso Libre

8 PELÍCULAS GRATUITAS


Adelantando las celebraciones del 25º Festival de Cine de Lima - PUCP, se presenta un ciclo de 8 largometrajes latinoamericanos que pasaron por la competencia a lo largo de todos estos años.

Una forma de recordar algunas de las películas que pasaron por el Festival, es las "Elegidas" por las personas que han participado de una u otra manera en este gran evento cinematográfico del país: Jeremías Gamboa, Nelba Acuña, Alonso Cueto, Ebelin Ortiz, Claudia Llosa, Juan Carlos Fisher, Mónica Sanchez y Bruno Ascenzo.
  • 10 y 11 de julio | Paraíso, de Héctor Gálvez 
  • 12 y 13 de julio | Los Helechos, de Antolín Prieto 
  • 14 y 15 de julio | En la cama, de Matías Bize 
  • 16 y 17 de julio | Historias mínimas, de Carlos Sorín
  • 18 y 19 de julio | Leonera, de Pablo Trapero
  • 20 y 21 de julio | La Ciénaga, de Lucrecia Martel 
  • 22 y 23 de julio | Nueve Reinas, de Fabián Bielinsky
  • 24 y 25 de julio | Garage Olimpo, de Marco Bechis 
Cada película estará disponible por 48 horas del 10 al 25 de julio en www.ccpucpencasa.com. El acceso es completamente libre. Obtén tus pases AQUÍ

domingo, 30 de agosto de 2020

FESTIVAL DE CINE DE LIMA 2020: ¡Los ganadores!

PREMIO DEL MINISTERIO DE CULTURA
  1. Premio a Mejor Película Peruana – Ministerio de Cultura: "Círculo de tiza", de Diana Daf Collazos y Jean Alcócer (Perú)
  2. Mención Especial a Mejor Película Peruana: "Samichay, en busca de la felicidad" de Mauricio Franco Tosso (Perú)
PREMIO DEL PÚBLICO 
  1. Premio del Público: "El Agente Topo", de Maite Alberdi (Chile)
PREMIO DEL JURADO DE LA CRÍTICA INTERNACIONAL
  1. Mención Especial del Jurado de la Crítica Internacional a la Mejor Película de la Competencia Ficción: "A Febre", de Maya de Da-Rin (Brasil)
  2. Mención Especial del Jurado de la Crítica Internacional: "Blanco en blanco", de Théo Court (Chile)
  3. Premio del Jurado de la Crítica Internacional a la Mejor Película de la Competencia Ficción: "Las mil y una", de Clarisa Navas (Argentina)
COMPETENCIA OFICIAL DOCUMENTAL
  1. Mención Especial a Mejor Documental: "El Agente Topo", de Maite Alberdi (Chile)
  2. Premio a Mejor Documental: "Cosas que no hacemos", de Bruno Santamaría (México)
PREMIO DEL JURADO MEJOR FOTOGRAFÍA
  1. Mención Especial a Mejor Fotografía de la Competencia Ficción: José Alayón, por "Blanco en blanco" (Chile)
  2. Premio a Mejor Fotografía de la Competencia Ficción: Claudia Becerril, por "Sin señas particulares" (México)
COMPETENCIA OFICIAL FICCIÓN
  1. Mención Especial a Mejor Ópera Prima: "Samichay, en busca de la felicidad", de Mauricio Franco Tosso (Perú)
  2. Premio a Mejor Ópera Prima: "Sin señas particulares", de Fernanda Valadez (México)
  3. Premio a Mejor Guion: Rodrigo Ruiz Patterson y Raúl Sebastián Quintanilla, de "Blanco de verano" (México)
  4. Mención Especial a Mejor Actor: Adrián Ross, de "Blanco de verano" (México)
  5. Premio a Mejor Actor: Jesús Luque, de "Manco Capac" (Perú)
  6. Mención Especial a Mejor Actriz: Ensamble de Actrices de "Mi nombre es Bagdad" (Brasil)
  7. Premio a Mejor Actriz: Grace Orsato, de "Mi nombre es Bagdad" (Brasil)
  8. Premio a la Mejor Dirección: "Blanco en blanco", de Théo Court (Chile)
  9. Premio Especial del Jurado: "Las mil y una", de Clarisa Navas (Argentina)
  10. Premio a la Mejor Película de Ficción: "A Febre" de Maya Da-Rin (Brasil)

domingo, 23 de agosto de 2020

"Samichay" (2020): En busca del espacio perdido | REVIEW

Tras una serie de cortometrajes de ficción premiados en el extranjero y un mediometraje documental, el cineasta peruano Mauricio Franco Tosso finalmente da el salto hacía el largometraje con “Samichay” (2020), ópera prima que llega al 24º Festival de Cine de Lima, edición online debido a la pandemia.

Producida por Quinta Imagen Films (Lima) y Quechua Films (Madrid), en coproducción con Perfo Studio, Tomas Gistau y el apoyo de David Rocher (principalmente en los ámbitos de postproducción sonido), la película fue filmada en los pueblos altoandinos del Cusco y empleando mayoritariamente la lengua quechua.

Vamos al análisis. Lo mejor de la película está en su atractiva y cuidada fotografía en blanco y negro, y en muchísimos elementos específicos como las bien pensadas y correctas puestas en escena, los significativos y precisos movimientos de cámara hasta la dirección de actores que está sumamente equilibrada (sabiendo que estamos ante no actores, a excepción del protagonista). Pero, ¿y dónde está la debilidad? En primer lugar, su guion (una historia que se siente fracturada, con un personaje principal que no logra conectar emocionalmente o simpatizar del todo con la audiencia, lo vemos transitar por todo el filme como cuando vemos pasar por la calle a una persona extraña y distante) y por último la dirección (que está más preocupado por la forma, puntualmente por lo visual y lo técnico).

Tras la breve presentación de Celestino (Amiel Cayo) vendiendo agujas en la feria del pueblo e indagando el costo de un toro para la reproducción de crías, el filme se divide en 3 grandes partes centradas en la pérdida -poco a poco- del espacio habitado. Son secuencias en el que una es más compacta que la otra y cada una tiene un ritmo, un tono y una línea narrativa concreta, a nivel individual son efectivas; pero vistas en conjunto no logran articularse del todo de manera orgánica.

La primera secuencia subtitulada “Chʼinlla” (silencio) es sin duda la mejor de las tres (aunque inevitablemente remite a la lograda cinta puneña “Wiñaypacha” de Óscar Catacora, pero en una escala menor es muchos aspectos). Centrada en contextualizar al protagonista y su entorno, esta parte se desarrolla en lo alto de una colina, en una precaria y solitaria casa andina alejada del pueblo y del mundo entero. Ahí habita el viudo Celestino con su hija Yaquelin (Raquel Saihua) y la abuela Agustina (Aurelia Puma). Prevalece el diálogo como el medio más fácil de conocer a los personajes más que por sus actos, y donde los ejes temáticos son el desamparo, la soledad y la desilusión.

Celestino no ha podido re-hacer su vida tras la muerte de su esposa que aún está presente en sus sueños y lo persigue como un fantasma (se presume inicialmente como un problema psicológico); además su hija desea irse a la ciudad, reniega de su entorno cultural-lingüístico y según sus palabras muy cercanas a la rebeldía y al feminismo “no desea un marido”; y, por otro lado, la anciana está resignada esperando a la muerte. A ello se suma, una vaca que no da leche ni crías y la tierra no es buena ya para el cultivo. Celestino intenta resistirse, guarda un granito de esperanza, pero la tragedia y los cambios son inevitables, ya sea por decisión o por el destino.

En la segunda secuencia subtitulada "Rimay” (hablar) vemos a Celestino en un primer tramo de su largo viaje con un objetivo no muy concreto. Sólo sabemos que se va del hogar con su vaca. En esta parte el tono contemplativo sube a primer plano, mucho más cercano al documental. Técnicamente, es decir visualmente funciona muy bien, pero a nivel narrativo (hablando del guion), después del pago a la tierra, poco a poco entramos a un terreno un tanto premeditado, artificioso y poco creíble. Celestino curiosamente va en busca del hacendado Don Fermín, pero ¡oh, qué casualidad!, llega justo y demasiado tarde a la vez. Surge entonces algunas interrogantes que no debería formulárselas el espectador como por ejemplo: ¿realmente lo buscaba para venderle la vaca o para ilustrarnos el fin de una época?, ¿nunca se informó de la reforma agraria teniendo una radio en casa y constantemente bajando al pueblo?, ¿en qué tiempo histórico se desarrolla los hechos de este filme?, etc.

La última secuencia subtitulada "Samichay” (en busca de la felicidad o plenitud) es muy evidente que el ritmo de los acontecimientos se acelera un poco y se re-carga de emociones. Celestino llega al campo ferial del pueblo, intenta vender la vaca, descubre cuál es el destino final de estos animales, para finalmente -aquí estamos ante el punto más alto del relato: el climax- tomar una decisión con la vaca que (valga la redundancia) toma por sorpresa al espectador entre el shock, la conmoción y lo increíble. Su mejor salida de este punto crítico es revelándonos o confirmándonos que no hay ni hubo un problema psicológico en el protagonista, en realidad “existe una vida alterna/paralela a la nuestra” donde la vida continúa según el realismo mágico-religioso del pensamiento andino. Finalmente, Celestino toma un camión con dirección a la ciudad (un final que inevitablemente remite a otro filme, hablamos de “Madeinusa” de Claudia Llosa), dejando todo atrás. 

Una vez más estamos ante una película que sí efectivamente se siente una preocupación y respeto por la representación del mundo andino, pero lamentablemente aún se mantiene y repite esa óptica (en varias películas peruanas) donde el ande es inhabitable, vivir en el campo o en la sierra cada vez más deshabitada por la migración es una suerte de tragedia, esto obviamente debido a muchos factores como la ausencia del Estado (Salud, Agricultura, Educación) y/o por la Globalización que empuja o seduce con su “encantadora” modernidad y su “atractiva” tecnología a los pobladores, y si son jóvenes aún más.

PUNTAJE: 5.5/10

viernes, 21 de agosto de 2020

"Manco Cápac" (2020): Jefe de los desposeídos | REVIEW


Tras su paso por algunos festivales independientes de Tokio, Londres y New York, la película peruana “Manco Cápac” (2020), lo nuevo del cineasta puneño Henry Vallejo Torres (“El misterio del Karisiri”), llegó finalmente al 24º Festival de Cine de Lima, que este año se adapta al formato virtual (online) debido a la pandemia

Ganadora del Concurso de Proyectos de Largometraje exclusivo para regiones - DAFO 2014, el proyecto recibió un monto de 400 mil soles para su realización, filmada íntegramente en la ciudad de Puno, con un reducido equipo técnico, específicamente familiar (los Hnos. Vallejo, quienes asumen los cargos desde la dirección hasta la música y el vestuario).

Tras un riguroso casting local y previos talleres de formación actoral básica, el protagónico recae en el novel actor adolescente Jesús Luque Colque, quien da vida a Elisbán, un muchacho del campo que llega a la ciudad de Puno en busca de su amigo Hermógenes por un trabajo prometido. Su llegada, durmiendo pegado a la ventana y sentado en el piso en posición fetal en el ómnibus, es súper significativo, pues el protagonista está a punto de nacer/conocer un “nuevo mundo”: la indiferente, bulliciosa y compleja ciudad urbana, que funciona como la gran antagonista. Y obviamente, minutos después, al no hallar al amigo; sin dinero y sin hogar, a Elisbán sólo le queda sobrevivir mediante trabajos ocasionales.

Como vemos, estamos ante una trama sencilla y única que se mantendrá hasta el final. Una historia que sin abandonar del todo algunos principios de la narrativa convencional, la película toma una cierta distancia al respecto, centrándose en un largo tramo donde evita (y no es necesario) los sorprendentes e inevitables giros narrativos; no requiere de subtramas ni la presencia obligada de personajes secundarios (sólo opta por los ocasionales y funcionales); tampoco recurre al ritmo acelerado producto de la acumulación de escenas o secuencias que obligan a resolver algo; más bien se centra en seguir al personaje muy de cerca en las pequeñas aventuras y desventuras laborales por la ciudad cual viñetas una y otra vez, y es aquí donde el guion tiene su punto más laxo, repetitivo y con algunos baches; pero gracias a su giro final logra salir airoso (un efecto sorpresa para descubrir el porqué del título del filme).


Por otro lado, el personaje (ojo, no el actor que está sumamente comprometido y muy acertado en su elección) se aleja también de los arcos evolutivos convencionales, y esto es porque no estamos ante una historia de maduración, sino principalmente ante el retrato de una realidad donde el personaje con un toque de "aprendizaje" es solo un elemento más.

Vamos al grano. Lo que sí me sorprende son las lecturas condescendientes, superficiales y ligeras de ciertos críticos al momento de hacer una lectura al filme, ya que de los espectadores podría esperar cualquier cosa. Un gran acierto (que no es lo mismo que un gran mérito) es no haber caído en el miserabilismo y la pornomiseria directa, pero la película sí roza y coquetea por esos linderos tenuemente. La mayoría valora positivamente la representación de la dura realidad que viven los migrantes del campo a la ciudad, adjudicándole al personaje cierto aire de resiliencia hasta una pincelada de optimismo. Pero aquello es apenas la punta del iceberg, un análisis en profundidad nos revela a un protagonista víctima de la globalización, que no le queda más que acomodarse o adaptarse al medio hasta el punto de cosificar y mercantilizar su cuerpo al servicio de un mundo consumista y neoliberal. Asumir la figura de un personaje histórico del pasado no solo es resistencia y símbolo de un imperio heredado ahora sin poder ni gloria ni mando, #Elisbán en estos tiempos es también un elemento/pieza/medio de un mundo capitalista, en realidad los espectadores celebran y hasta romantizan el ingenio (llámese 'viveza') del peruano como instrumento de sobrevivencia en la tierra tercermundista de los desposeídos.

Técnicamente aceptable, “Manco Cápac” es la segunda obra de ficción de un director que sin duda demuestra un crecimiento a nivel formal. Un producto realizado con más pulso y un mayor control, pero que aún mantiene algunas debilidades de acabado, fondo y perspectiva. Un drama social que no toma partido desde la denuncia o la crítica directa, sino más bien desde la observación y la exposición, desplegando y poniendo sobre la mesa muchos temas sin ahondar sólo para la contemplación. Por ejemplo: el individualismo y la soledad, la informalidad y la precariedad laboral, la globalización y la desprotección estatal, la orfandad y la pobreza, la migración y el crecimiento urbano en los andes, etc.
  1. UN PUNTO A FAVOR: La representación de la ciudad andina se aleja de la postal, el folclore pasa a segundo plano o telón de fondo (y los paisajes idílicos están fuera de los encuadres)
  2. UN PUNTO DEBATIBLE: El filme no escapa del todo a esa visión trágica, pesimista y desencantada del mundo andino que aún se sigue plasmando/transitando en nuestra cinematografía, aún seguimos esperando realidades más optimistas con personajes tridimensionalmente mucho más complejos, más realistas y más verosímiles.
  3. UN DATO ADICIONAL: Un personaje que llega del campo a la ciudad andina en Puno y pasa por ciertas desventuras, ya lo habíamos visto también en “Juanito, El Huerfanito” del cineasta Flaviano Quispe, obviamente desde el género del melodrama; de hecho, el director de esta cinta tiene un pequeño papel en “Manco Cápac” como el vendedor de sánguches.

PUNTAJE: 6/10

domingo, 26 de julio de 2020

EDICIÓN VIRTUAL: 24º Festival de Cine de Lima 2020

Del 21 al 30 de Agosto

#24FCL

La Pontificia Universidad Católica del Perú, a través de su Centro Cultural, gracias a la presentación de la Fundación BBVA, anuncia el 24 Festival de Cine de Lima PUCP en Casa, el cual se realizará del 21 al 30 de agosto a través de sus plataformas digitales.

El nuevo formato virtual de esta edición, creado a partir de las medidas sanitarias dictadas por el Gobierno Central de suspender indefinidamente todo evento público presencial, tendrá una estructura reducida del Festival enfocándose en la esencial competencia latinoamericana de cine documental y cine de ficción dirigido a todo el público nacional con un total de 28 películas.

Asimismo, se ofrecerá la sección de Encuentros, con conversatorios organizados con cineastas nacionales e internacionales; una muestra de cine especial de un país invitado; y la sección profesional de apoyo a la industria cinematográfica, Cine del Mañana.

Las entradas a las películas tendrán una preventa desde el martes 10 de agosto, día en que se revelará la programación y todos los detalles de esta nueva edición. El Festival de Cine de Lima PUCP es licenciado por EGEDA Perú.

#ElCineLatinoNosConecta

"Para saltar a lo desconocido, a veces hay que retroceder hasta el primer paso. Mirar atrás para recordar cuál fue ese impulso inicial, esa pulsión que convirtió un sueño en un increíble viaje que hoy es forzado a tomar un nuevo rumbo. Volver para recordar lo que realmente importa: el cine. Pero no cualquier cine, un cine que refleja la realidad de un continente, nuestro continente.

Un cine que recorre nuestras venas, nuestros barrios, nuestros andes y nuestros llanos, nuestras luchas, nuestros sabores, nuestras culturas, nuestros lenguajes y que revienta con la pasión de millones de corazones juntos, que, al verse en una pantalla, se sienten más conectados que nunca. Volver y enfocarnos en lo que nos trajo hasta aquí, un cine latinoamericano que conquista tus sentidos y lo resiste todo.

Bajo el lema de “El cine latino nos conecta”, iniciamos la campaña de comunicaciones de esta nueva edición del Festival, invitando al público a agendar que del 21 al 30 de agosto todo el Perú podrá conectarse para disfrutar de 10 días con lo mejor del cine latinoamericano".

#LoMejor 2019