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sábado, 20 de noviembre de 2021

EL MISTERIO DE SOHO, review


Con un diseño de producción impresionante y una fotografía exquisita, "El Misterio De Soho" (2021) es un atractivo thriller psicológico cuyo empaque tiene varios géneros como el terror, el drama, lo fantástico, el musical, el policial, el gore, entre otros giños a películas de los años 70. 

Lo mejor de la película (su guion) está en los dos primeros actos: sólidos y contundentes, bien llevados por sus dos protagonistas: Thomasin McKenzie y Anya Taylor Joy. Si bien el tercer acto y su desenlace se precipita de una manera bastante convencional, el resultado logra sorprender por la inteligente e impecable dirección del cineasta Edgar Wright.

PUNTAJE: 7.5/10

sábado, 12 de septiembre de 2020

GUAPIS (2020) | El polémico estreno de Netflix


En estos tiempos la gente está muy sensible y se escandaliza por todo. Finalmente se estrenó "Cuties" ("Guapis" o "Mignonnes") de la cineasta franco-senegalesa Maïmouna Doucouré. Una película que nadie se hubiera enterado si no fuera por la desafortunada promoción de Netflix que la hizo conocida y polémica (hasta la fecha piden sacarla de la plataforma).

Y bueno la cinta tiene sus aciertos y flaquezas. En primer lugar, démosle un aplauso a su elenco actoral (esas niñas actrices son talentos puros, principalmente de su protagonista: la estupenda Fathia Youssouf) y un pulgar para arriba para la dirección que está sumamente correcta. Lo más flojo y hasta con algunos baches es su guion muy convencional: un "come of age" a toda regla.


La historia de la niña presa en una conservadora familia musulmana y atraída por la sexualizada cultura occidental (ambos mundos, altamente machistas) es una buena premisa para la PROVOCACIÓN en la audiencia sin duda alguna, pero eso es todo: no hay crítica frontal ni postura clara, la problemática o denuncia sólo se pone sobre el tapete y todo dependerá de los ojos de quien mire y juzgue.

Los sensuales bailes (que por momentos se le escapa de las manos a la directora al hiper-sexualizarlas) y las travesuras de las niñas agrandadas influenciadas por la "cultura de los likes" se ilustran sin un ápice de cuestionamiento sincero. Aunque debemos resaltar que se plantean 2 problemas fundamentales en las familias de hoy: La incomunicación entre padres e hijos y la falta de orientación y/o educación sexual. Temas para DISCUSIÓN y REFLEXIÓN a nivel extrafílmico.

Al final, todo lo visto no es más que una serie de pretextos para mostrarnos la encrucijada en la que caen y viven ciertas niñas en su paso a la maduración, obviamente todo desde la mirada inocente de su protagonista en pleno crecimiento corporal, una pre-adolescente explorando y reconociendo su femineidad (y cómo esta cualidad es una debilidad -e incluso un poder- dependiendo en qué sociedad se encuentre).

PUNTAJE: 6/10

domingo, 23 de agosto de 2020

"Samichay" (2020): En busca del espacio perdido | REVIEW

Tras una serie de cortometrajes de ficción premiados en el extranjero y un mediometraje documental, el cineasta peruano Mauricio Franco Tosso finalmente da el salto hacía el largometraje con “Samichay” (2020), ópera prima que llega al 24º Festival de Cine de Lima, edición online debido a la pandemia.

Producida por Quinta Imagen Films (Lima) y Quechua Films (Madrid), en coproducción con Perfo Studio, Tomas Gistau y el apoyo de David Rocher (principalmente en los ámbitos de postproducción sonido), la película fue filmada en los pueblos altoandinos del Cusco y empleando mayoritariamente la lengua quechua.

Vamos al análisis. Lo mejor de la película está en su atractiva y cuidada fotografía en blanco y negro, y en muchísimos elementos específicos como las bien pensadas y correctas puestas en escena, los significativos y precisos movimientos de cámara hasta la dirección de actores que está sumamente equilibrada (sabiendo que estamos ante no actores, a excepción del protagonista). Pero, ¿y dónde está la debilidad? En primer lugar, su guion (una historia que se siente fracturada, con un personaje principal que no logra conectar emocionalmente o simpatizar del todo con la audiencia, lo vemos transitar por todo el filme como cuando vemos pasar por la calle a una persona extraña y distante) y por último la dirección (que está más preocupado por la forma, puntualmente por lo visual y lo técnico).

Tras la breve presentación de Celestino (Amiel Cayo) vendiendo agujas en la feria del pueblo e indagando el costo de un toro para la reproducción de crías, el filme se divide en 3 grandes partes centradas en la pérdida -poco a poco- del espacio habitado. Son secuencias en el que una es más compacta que la otra y cada una tiene un ritmo, un tono y una línea narrativa concreta, a nivel individual son efectivas; pero vistas en conjunto no logran articularse del todo de manera orgánica.

La primera secuencia subtitulada “Chʼinlla” (silencio) es sin duda la mejor de las tres (aunque inevitablemente remite a la lograda cinta puneña “Wiñaypacha” de Óscar Catacora, pero en una escala menor es muchos aspectos). Centrada en contextualizar al protagonista y su entorno, esta parte se desarrolla en lo alto de una colina, en una precaria y solitaria casa andina alejada del pueblo y del mundo entero. Ahí habita el viudo Celestino con su hija Yaquelin (Raquel Saihua) y la abuela Agustina (Aurelia Puma). Prevalece el diálogo como el medio más fácil de conocer a los personajes más que por sus actos, y donde los ejes temáticos son el desamparo, la soledad y la desilusión.

Celestino no ha podido re-hacer su vida tras la muerte de su esposa que aún está presente en sus sueños y lo persigue como un fantasma (se presume inicialmente como un problema psicológico); además su hija desea irse a la ciudad, reniega de su entorno cultural-lingüístico y según sus palabras muy cercanas a la rebeldía y al feminismo “no desea un marido”; y, por otro lado, la anciana está resignada esperando a la muerte. A ello se suma, una vaca que no da leche ni crías y la tierra no es buena ya para el cultivo. Celestino intenta resistirse, guarda un granito de esperanza, pero la tragedia y los cambios son inevitables, ya sea por decisión o por el destino.

En la segunda secuencia subtitulada "Rimay” (hablar) vemos a Celestino en un primer tramo de su largo viaje con un objetivo no muy concreto. Sólo sabemos que se va del hogar con su vaca. En esta parte el tono contemplativo sube a primer plano, mucho más cercano al documental. Técnicamente, es decir visualmente funciona muy bien, pero a nivel narrativo (hablando del guion), después del pago a la tierra, poco a poco entramos a un terreno un tanto premeditado, artificioso y poco creíble. Celestino curiosamente va en busca del hacendado Don Fermín, pero ¡oh, qué casualidad!, llega justo y demasiado tarde a la vez. Surge entonces algunas interrogantes que no debería formulárselas el espectador como por ejemplo: ¿realmente lo buscaba para venderle la vaca o para ilustrarnos el fin de una época?, ¿nunca se informó de la reforma agraria teniendo una radio en casa y constantemente bajando al pueblo?, ¿en qué tiempo histórico se desarrolla los hechos de este filme?, etc.

La última secuencia subtitulada "Samichay” (en busca de la felicidad o plenitud) es muy evidente que el ritmo de los acontecimientos se acelera un poco y se re-carga de emociones. Celestino llega al campo ferial del pueblo, intenta vender la vaca, descubre cuál es el destino final de estos animales, para finalmente -aquí estamos ante el punto más alto del relato: el climax- tomar una decisión con la vaca que (valga la redundancia) toma por sorpresa al espectador entre el shock, la conmoción y lo increíble. Su mejor salida de este punto crítico es revelándonos o confirmándonos que no hay ni hubo un problema psicológico en el protagonista, en realidad “existe una vida alterna/paralela a la nuestra” donde la vida continúa según el realismo mágico-religioso del pensamiento andino. Finalmente, Celestino toma un camión con dirección a la ciudad (un final que inevitablemente remite a otro filme, hablamos de “Madeinusa” de Claudia Llosa), dejando todo atrás. 

Una vez más estamos ante una película que sí efectivamente se siente una preocupación y respeto por la representación del mundo andino, pero lamentablemente aún se mantiene y repite esa óptica (en varias películas peruanas) donde el ande es inhabitable, vivir en el campo o en la sierra cada vez más deshabitada por la migración es una suerte de tragedia, esto obviamente debido a muchos factores como la ausencia del Estado (Salud, Agricultura, Educación) y/o por la Globalización que empuja o seduce con su “encantadora” modernidad y su “atractiva” tecnología a los pobladores, y si son jóvenes aún más.

PUNTAJE: 5.5/10

viernes, 21 de agosto de 2020

"Manco Cápac" (2020): Jefe de los desposeídos | REVIEW


Tras su paso por algunos festivales independientes de Tokio, Londres y New York, la película peruana “Manco Cápac” (2020), lo nuevo del cineasta puneño Henry Vallejo Torres (“El misterio del Karisiri”), llegó finalmente al 24º Festival de Cine de Lima, que este año se adapta al formato virtual (online) debido a la pandemia

Ganadora del Concurso de Proyectos de Largometraje exclusivo para regiones - DAFO 2014, el proyecto recibió un monto de 400 mil soles para su realización, filmada íntegramente en la ciudad de Puno, con un reducido equipo técnico, específicamente familiar (los Hnos. Vallejo, quienes asumen los cargos desde la dirección hasta la música y el vestuario).

Tras un riguroso casting local y previos talleres de formación actoral básica, el protagónico recae en el novel actor adolescente Jesús Luque Colque, quien da vida a Elisbán, un muchacho del campo que llega a la ciudad de Puno en busca de su amigo Hermógenes por un trabajo prometido. Su llegada, durmiendo pegado a la ventana y sentado en el piso en posición fetal en el ómnibus, es súper significativo, pues el protagonista está a punto de nacer/conocer un “nuevo mundo”: la indiferente, bulliciosa y compleja ciudad urbana, que funciona como la gran antagonista. Y obviamente, minutos después, al no hallar al amigo; sin dinero y sin hogar, a Elisbán sólo le queda sobrevivir mediante trabajos ocasionales.

Como vemos, estamos ante una trama sencilla y única que se mantendrá hasta el final. Una historia que sin abandonar del todo algunos principios de la narrativa convencional, la película toma una cierta distancia al respecto, centrándose en un largo tramo donde evita (y no es necesario) los sorprendentes e inevitables giros narrativos; no requiere de subtramas ni la presencia obligada de personajes secundarios (sólo opta por los ocasionales y funcionales); tampoco recurre al ritmo acelerado producto de la acumulación de escenas o secuencias que obligan a resolver algo; más bien se centra en seguir al personaje muy de cerca en las pequeñas aventuras y desventuras laborales por la ciudad cual viñetas una y otra vez, y es aquí donde el guion tiene su punto más laxo, repetitivo y con algunos baches; pero gracias a su giro final logra salir airoso (un efecto sorpresa para descubrir el porqué del título del filme).


Por otro lado, el personaje (ojo, no el actor que está sumamente comprometido y muy acertado en su elección) se aleja también de los arcos evolutivos convencionales, y esto es porque no estamos ante una historia de maduración, sino principalmente ante el retrato de una realidad donde el personaje con un toque de "aprendizaje" es solo un elemento más.

Vamos al grano. Lo que sí me sorprende son las lecturas condescendientes, superficiales y ligeras de ciertos críticos al momento de hacer una lectura al filme, ya que de los espectadores podría esperar cualquier cosa. Un gran acierto (que no es lo mismo que un gran mérito) es no haber caído en el miserabilismo y la pornomiseria directa, pero la película sí roza y coquetea por esos linderos tenuemente. La mayoría valora positivamente la representación de la dura realidad que viven los migrantes del campo a la ciudad, adjudicándole al personaje cierto aire de resiliencia hasta una pincelada de optimismo. Pero aquello es apenas la punta del iceberg, un análisis en profundidad nos revela a un protagonista víctima de la globalización, que no le queda más que acomodarse o adaptarse al medio hasta el punto de cosificar y mercantilizar su cuerpo al servicio de un mundo consumista y neoliberal. Asumir la figura de un personaje histórico del pasado no solo es resistencia y símbolo de un imperio heredado ahora sin poder ni gloria ni mando, #Elisbán en estos tiempos es también un elemento/pieza/medio de un mundo capitalista, en realidad los espectadores celebran y hasta romantizan el ingenio (llámese 'viveza') del peruano como instrumento de sobrevivencia en la tierra tercermundista de los desposeídos.

Técnicamente aceptable, “Manco Cápac” es la segunda obra de ficción de un director que sin duda demuestra un crecimiento a nivel formal. Un producto realizado con más pulso y un mayor control, pero que aún mantiene algunas debilidades de acabado, fondo y perspectiva. Un drama social que no toma partido desde la denuncia o la crítica directa, sino más bien desde la observación y la exposición, desplegando y poniendo sobre la mesa muchos temas sin ahondar sólo para la contemplación. Por ejemplo: el individualismo y la soledad, la informalidad y la precariedad laboral, la globalización y la desprotección estatal, la orfandad y la pobreza, la migración y el crecimiento urbano en los andes, etc.
  1. UN PUNTO A FAVOR: La representación de la ciudad andina se aleja de la postal, el folclore pasa a segundo plano o telón de fondo (y los paisajes idílicos están fuera de los encuadres)
  2. UN PUNTO DEBATIBLE: El filme no escapa del todo a esa visión trágica, pesimista y desencantada del mundo andino que aún se sigue plasmando/transitando en nuestra cinematografía, aún seguimos esperando realidades más optimistas con personajes tridimensionalmente mucho más complejos, más realistas y más verosímiles.
  3. UN DATO ADICIONAL: Un personaje que llega del campo a la ciudad andina en Puno y pasa por ciertas desventuras, ya lo habíamos visto también en “Juanito, El Huerfanito” del cineasta Flaviano Quispe, obviamente desde el género del melodrama; de hecho, el director de esta cinta tiene un pequeño papel en “Manco Cápac” como el vendedor de sánguches.

PUNTAJE: 6/10

miércoles, 15 de julio de 2020

SEBASTIANA, un falso terror | 2019


Y bueno, definitivamente lo que se llama TERROR con mayúsculas no lo es, #Sebastiana es principalmente un filme de aventura paranormal con toques (por no decir "ejercicios") de terror. La historia del filme toma como punto de partida "Mujer y Tigre", del gran escritor peruano Ricardo Palma (lo puedes leer online aquí).

La película arranca cuando una profesora relata a sus estudiantes la tradición y visualmente nos trasladamos al siglo XVII (que es quizá lo mejor de toda la película porque si hay algo que no podemos negar es que Augusto Tamayo sabe recrear épocas, lo podemos notar desde el vestuario hasta la escenografía, pasando por los selectos encuadres hasta una cuidada fotografía y cierta recreación de atmósferas, nada nuevo teniendo en cuenta que aquello lo domina desde sus anteriores filmes de corte histórico).

La tradición cuenta la historia de la primera mujer ahorcada en la Plaza Mayor de Lima y Nani (Silvana Cañote), una de las jóvenes que oye el relato, descubre que aquella mujer llamada Sebastiana podría ser parte de su árbol genealógico, hecho que lo confirma con su grupito de amigas indagando en la biblioteca en los mapas antiguos de Lima y reconfirmada por un tío posteriormente. Acto seguido: Del terrible y trágico hecho real histórico pasamos a la aventura: Nani y sus 4 amigas se van a la abandonada hacienda familiar. Lo que sigue es gran parte del metraje bastante inconsistente, divagante y poco novedoso a nivel de historia (guion), instaladas en la casona... las chicas empiezan a ser acechadas por sombras/entes/presencias paranormales.

En un tramo donde se debería ahondar en el desarrollo, las relaciones y confrontaciones de los personajes hasta las subtramas (en este caso, en el de las chicas, nunca llega a cuajar y todo es trazado de un brochazo porque la cinta esta preocupada más en "querer asustar" al espectador, pero nunca lo logra de manera efectiva, pues sólo hay un desfile o despliegue de toda una serie de elementos, referencias y giños que a estas alturas -supuestamente- debería seguir asustando (desde muñecas, mecedoras, sótano, columpios, bañera, ducha a lo "Psicosis", posesión, etc, etc.).

Si hay un par de segundos sorpresivos y hasta quizás interesante, ese es el toque lésbico que lanzan en la cinta, pero hasta eso (que muy bien pudo ser explotado), aquí es una mera anécdota súper olvidable. Al final, la historia se precipita (luego de que las chicas corren y corren de un lado para otro, sin aportes grandes y significativos a la trama, ya que sinceramente solo distraen de lo esencial, si la historia hubiera tenido una sola protagonista y se eliminaba a las otras, nada cambiaba o hasta probablemente ganaba más solvencia y solidez).

PUNTAJE: 4/10

viernes, 10 de julio de 2020

SHORT REVIEWS: La Revolución y la Tierra, Aj Zombies, Píxeles de Familia y La Bronca | 2019


Didáctica, reflexiva e ingeniosa, #LaRevoluciónYLaTierra nos da una de las mejores clases de Historia del Perú que todo peruano de a pie debería ver. Apoyándose de material fílmico y de archivo de antaño se revisa -no sólo términos sino también- la situación del indígena, el campesino y el cholo relacionada con la inevitable Reforma Agraria que tuvo su punto más alto durante el Gobierno Militar Revolucionario de Velasco. Además de cómo el cine contribuye en la constante construcción de un rostro para el país. PUNTAJE: 8/10


Unir varios episodios de una serie para comercializarla como largometraje no siempre funciona bien, pero con cierta creatividad en la postproducción sí es posible. #AjZombies logra atrapar de principio a fin gracias al carisma y talento de sus protagonistas, aunque más bien diríamos por el certero diseño de personajes y situaciones cómicas en medio de una invasión zombie en Lima. Sinceramente, un buen ojo para darle unidad (coherencia y cohesión) al producto. PUNTAJE: 6.5/10


Ganar un fondo económico estatal por el proyecto-guion, tener una premisa interesante y un elenco atractivo no siempre aterrizan bien en pantalla grande. #PixelesDeFamilia pone sobre el tapete la desconexión entre los miembros de una familia de clase media alta con problemas que van desde lo económico hasta lo existencial, se acerca a ellos cual zoom hacia un pixel, pero nunca logramos ingresar a sus mentes y menos a las motivaciones reales (o profundas) del estado emocional en la que se encuentran cada uno de ellos. Con un guion esquemático donde todos los personajes deambulan de un lado a otro y se teatralizan situaciones, la película pierde fuerza hasta desconectar con el espectador porque todo se precipita sin haber desarrollado o construido sólidamente algo. Una ópera prima fallida e irregular por donde se la vea, tanto en factura como en historia. PUNTAJE: 3/10


¿Que las ficciones en torno a la violencia de la década de los 80/90 en el Perú están agotadas? No, claro que no. #LaBronca, la nueva película de los Hnos. Vega confirma que hay historias para rato siempre en cuando haya creatividad, seriedad y calidad al abordarlas. Así te vayas a vivir a Canadá (lugar donde transcurre la película) las sombras de la violencia te alcanzarán y no te dejarán nunca. Un mundo en el que los hombres y su masculinidad entran en fricción, conflicto y pugna. Con una sólida dirección, actuaciones solventes, un guión preciso y una factura impecable, el filme logra impactar y atrapar a los espectadores de principio a fin. PUNTAJE: 9/10