En estos tiempos la gente está muy
sensible y se escandaliza por todo. Finalmente se estrenó "Cuties" ("Guapis" o "Mignonnes") de la cineasta franco-senegalesa Maïmouna Doucouré. Una
película que nadie se hubiera enterado si no fuera por la desafortunada
promoción de Netflix que la hizo conocida y polémica (hasta la fecha piden
sacarla de la plataforma).
Y bueno la cinta tiene sus aciertos y flaquezas. En primer
lugar, démosle un aplauso a su elenco actoral (esas niñas actrices son talentos
puros, principalmente de su protagonista: la estupenda Fathia Youssouf) y un pulgar para arriba para la dirección que está
sumamente correcta. Lo más flojo y hasta con algunos baches es su guion muy convencional: un "come of
age" a toda regla.
La historia de la niña presa en una
conservadora familia musulmana y atraída por la sexualizada cultura occidental
(ambos mundos, altamente machistas) es una buena premisa para la PROVOCACIÓN en la
audiencia sin duda alguna, pero eso es todo: no hay crítica frontal ni postura
clara, la problemática o denuncia sólo se pone sobre el tapete y todo dependerá
de los ojos de quien mire y juzgue.
Los sensuales bailes (que por momentos se
le escapa de las manos a la directora al hiper-sexualizarlas) y las travesuras
de las niñas agrandadas influenciadas por la "cultura de los likes"
se ilustran sin un ápice de cuestionamiento sincero. Aunque debemos resaltar que se plantean 2 problemas fundamentales en las familias de hoy: La incomunicación entre padres e hijos y la falta de orientación y/o educación sexual. Temas para DISCUSIÓN y REFLEXIÓN a nivel extrafílmico.
Al final, todo lo visto no
es más que una serie de pretextos para mostrarnos la encrucijada en la que caen
y viven ciertas niñas en su paso a la maduración, obviamente todo desde la
mirada inocente de su protagonista en pleno crecimiento corporal, una
pre-adolescente explorando y reconociendo su femineidad (y cómo esta cualidad es una
debilidad -e incluso un poder- dependiendo en qué sociedad se encuentre).
PUNTAJE: 6/10