domingo, 16 de agosto de 2020

12° Festival de Cine de VMT y Lima Sur: Un diálogo con su director Efraín Agüero


Hace dos días arrancó el Festival de Cine de Villa María del Triunfo y Lima Sur 2020. Esta vez, la edición número 12, llegó debido a la pandemia en formato virtual desde el 14 hasta el 21 de agosto.

Esta tarde conversamos con Efraín Agüero (gestor, promotor y director del festival) para que nos cuente un poco sobre este interesante espacio cultural que viene realizándolo para el gran público de los populosos distritos de Lima Sur desde hace varios años.

1. Un festival fundamentalmente comunitario y presencial, ¿cómo se adapta a estos tiempos de aislamiento social debido a la pandemia?

Lo que hacemos es explorar nuevas dimensiones de lo comunitario. Es decir, aprovechamos la virtualidad para hacer otras cosas que acompañaron nuestro proyecto durante años, pero sin ser tan centrales como lo son ahora (conversatorios, exhibición online, plataformas webs). El uso del espacio público para compartir la experiencia del cine, quizá como centro de nuestra actividad es algo que no podemos virtualizar. Estas nuevas dimensiones están relacionadas al dialogo, a la reflexión, a la articulación, a buscar cercanías con experiencias similares al a nuestra, que trabajan en países de América latina. Sin embargo, el problema central no es la virtualidad. La comunidad que preferimos se concreta en los espacios que conocemos, el barrio, la plaza, la losa, el parque, en los diálogos. La virtualidad y sus herramientas pueden ser también elementos que constituyan comunidad. Sin embargo, nuestro gran problema tiene que ver con la exclusión, y que muchos de nuestros barrios no puedan acceder a estos nuevos espacios públicos donde estamos continuando procesos. Ese es nuestro problema en realidad, nosotros podemos adaptarnos, y habrá mucha gente en Lima Sur que pueda agradecer esto, pero a otros sectores le da lo mismo, ya que ni con o sin adaptación de por medio, la exclusión sigue siendo determinante.

2. Edición número 12, cuéntanos a grandes rasgos, ¿de qué manera se levanta un evento así desde la primera edición? ¿Existe auspicios, patrocinadores, fondos y/o autogestión?

Creo que fue fundamental para nuestro proyecto concebirlo y ejecutarlo inicialmente al margen de la metodología. Existe muchas herramientas para el diseño de proyectos, uno mismo termina usándolas sin duda con el tiempo, donde se piden cosas esenciales como la sostenibilidad y claridad en los objetivos. Y está bien. Sin embargo, nuestro proyecto del Festival, y algunos más que fuimos implementando posteriormente, no tenían manera de formularse así y echarse a andar. Funcionó gracias a compromiso y alianzas. Con los años nos fueron llegando los conceptos, entendimos que éramos autogestionarios, y teníamos cosas que reivindicar, incluso como la comunidad. Es decir, la sostenibilidad del festival no radica exclusivamente en su plan de financiamiento, mucho tiene que ver las sinergias que puede ir generando. Una lógica exclusivamente técnicista nos tendría haciendo otras cosas ahora mismo, quizá parecidas, pero un festival de cine, difícil. Hemos ganado premios del Ministerio de Cultura que nos permitió pensar las cosas de manera más programática y hacer adquisiciones importantes. Sin duda, esta participación económica por parte del Ministerio mejoró la condición de nuestro trabajo como gestores culturales.

3. No sólo cine, ¿qué otras actividades culturales hay en el evento y por qué?

Creemos que la presencia en el barrio debe ser aprovechada. Durante el festival queremos regalar una tarde - noche intensa, por lo que planteamos un formato de mini festivales descentralizados donde la actividad de fondo es el cine. Así es que generamos una antesala con actividades mucho más cotidianas, como la música y la danza, para enriquecer la actividad. Y la gran mayoría de veces son talentos del barrio los que se presentan, con sus danzas, grupos de música, y despliegan todos sus recursos para esto. Es que nos ven como aliados, no como una productora, y trabajamos mucho a partir de la colaboración. Bailas en el festival de cine, y nosotros hacemos un taller de stopmotion cuando hagas tu festival de danza o música.

4. Para este 2020, ¿cuáles son las novedades tenemos en cuanto a programación y qué sedes tenemos?

La nueva sede para el 2020 es www.festivaldecine.5minutos5.com. Es una sede que queremos dotar de calor. La novedad para este año es a todo nivel, ya que lo virtual no es poner en el flyer ONLINE, es en realidad hacer otro tipo de evento y nuestras estrategias se tienen que volver otras. Y claro, nadie puede estar muy bien preparado ni equipado para esto. La gran novedad de esta edición, que nos gusta mucho, es poder conversar con diversos proyectos de cine comunitario, popular, de resistencia, de diversos países. Eso nos hubiera encantado hacer desde la primera edición. Ahora que lo virtual está posicionado lo podemos hacer. Otra novedad interesante es la selección de cortos en competencia. Este año son 30. Y hay muchos muy muy buenos. Generalmente son solo 15. Una tercera novedad es la programación de largos, (hay uno en estreno), y generalmente no podemos exhibir tantos largos en nuestro festi. Exhibiremos también los mejores cortos de ediciones pasadas. Nuestro esfuerzo en la programación este año es una novedad y sorpresa para nosotros mismos.

5. A futuro, cuando volvamos a la normalidad obviamente, ¿cómo ves el festival en cuanto a objetivos, sueños, motivaciones?

Esperemos que esta mezcla de virtualidad y presencia física haga un festival mucho mejor en varias dimensiones. Elegir barrios en el mismo Lima Sur, debido a las limitaciones logísticas de no poder estar en todos lados, será en parte resuelta con el espacio virtual.  Estas nuevas líneas de acción nos gustan y sentimos sobre todo que encajan bien con lo que hacemos. Y creo que eso es lo especial de cada festival, abrimos la caja de herramientas y agarras una, otra las adaptas y otras no las usas porque no se adecuan al espíritu del proyecto. A nuestro Festi le vendría bien volviendo a los barrios, pero también sostendremos en la medida de lo posible la versión en línea, ya que nos ofrece cosas muy útiles como la posibilidad de dialogar con gente que está distante, y poder exhibir mayor cantidad de contenidos. Adicionalmente, tenemos la intención de abrir un espacio físico en José Gálvez (la pandemia lo suspendió) para hacer exhibición de manera permanente durante el 2021 y talleres.