Mostrando entradas con la etiqueta joaquin lopez antay. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta joaquin lopez antay. Mostrar todas las entradas

jueves, 4 de febrero de 2010

El Retablo Ayacuchano II

FICHA: Es una expresión artística de la región Ayacucho y tiene sus orígenes en el siglo XVIII. En 1941, la pintora y coleccionista Alicia Bustamante lo bautizo como "retablo". El termino deriva del latín retrobulus o retrotabulae ("lo que va detrás de la mesa")

DEL SAN MARCOS AL RETABLO: La tradición española de tener capillas portátiles y nacimientos, conocidos como "belenes" fue muy bien acogida en el mundo andino. Entre otras cosas, las cajas -que contenían figuras de santos y otras efigies sagradas- se usaban para cuidar las viviendas y a los viajeros que las llevaban consigo. El antecedente más cercano al retablo actual es el sanmarkos o Caja San Marcos. Desarrollada entre los siglos XVIII y XIX, es un tributo a San Marcos, patrón del ganado. Emilio Mendizábal lo definió como una huaca, objeto sagrado en el que se reúnen e integran los protectores de los animales, tanto los andinos como los europeos. Hasta ahora, el sanmarkos se usa para presidir el ritual de la herranza, o fiesta de Santiago, y para convocar a los espíritus que viven en las montanas. Pero el retablo siguió evolucionando. En la década de 1940, imagineros ayacuchanos e intelectuales limeños de la corriente indigenista impulsaron el renacer de este arte. El artista Joaquín López Antay asumió el reto de confeccionar piezas nuevas. Gracias a su influjo, el retablo actual ya no reproduce solamente escenas religiosas.

DIFUSION: A partir de 1950, los primeros retablos ayacuchanos se exhibieron en eventos privados en Lima. Además, se dio a conocer algunas colecciones privadas como las de Celia Bustamante y Elvira Luza. La demanda, sobre todo proveniente de turistas extranjeros, empezó a crecer.En 1960, el pedido de los productos artesanales aumento en el sector turístico: se los vendía en tiendas y ferias de la ciudad y provincias. El creciente interés y, después, el fenómeno terrorista hicieron que muchos imagineros ayacuchanos trasladaran sus talleres a Lima. Igual, otros permanecieron en su tierra, donde el retablo es un arte cada vez más popular. En el aeropuerto coronel FAP Alfredo Mendivil, Ayacucho, se exhibe un retablo de gran tamaño, y los quioscos de venta de diarios de la Plaza de Armas de esa ciudad tienen un diseño alusivo a este arte.

Los artesanos venden sus trabajos a los turistas que acuden a sus talleres de Ayacucho y Lima. Asimismo, exportan sus trabajos a través de empresas y algunas ONG que participan en ferias internacionales y buscan mercados atractivos. Los retablos de Jesús Urbano (Gran Maestro de la Artesania Peruana, 1993) forman parte de las colecciones del Memorial de América Latina (Brasil), el Instituto de Arte Hispanoamericano (España), la colección Michelín de Londres (Inglaterra). Otros contenían recorriendo el mundo. En agosto del 2006, el retablista ayacuchano Nicario Jimenez expuso sus obras en la Municipalidad de Coral Gables (Florida, Estados Unidos). Detalle del interior de un retablo contemporáneo, alusivo a las aventuras de Don Quijote de la Mancha.

LOS RETABLISTAS: La composición de los talleres es básicamente familiar. Los secretes del arte se transmiten de padres a hijos, de tíos a sobrinos, del hermano mayor al menor o entre amigos cercanos. Generalmente, el retablo se fabrica íntegramente en el taller, pero cuando la demanda supera la capacidad del mismo, la confección de la caja puede encomendarse a un carpintero.

La lista de grandes retablistas es larga. Durante la primera mitad del siglo XX, destacaron maestros como Isaac y Celso Baldeón, Joaquín López Antay (Premio Nacional de Arte en 1975), Daniel Castro y Gregoria Jiménez. Jesús Urbano, discípulo de Joaquín López Antay, creo una escuela de artesanía en el pueblo joven La Libertad, en Ayacucho. Junto a otros artesanos, como Florentino Jiménez y Mardonio López, transmitieron su disciplina y sus conocimientos. También introdujeron interesantes variaciones. Jiménez, por ejemplo, provenía de Alqamenqa, provincia ayacuchana de Víctor Fajardo, donde no había ganado; por eso, prefería, usar el retablo para describir la historia de su pueblo. También empezó a reemplazar el tradicional caj6n de madera por canastas, canas o hasta cajitas de fósforos.

martes, 7 de julio de 2009

El Retablo Ayacuchano I

Ícono de la artesanía ayacuchana, el retablo que conocemos hoy en día ha pasado por un proceso de transformación que se inicio a mediados del siglo XX. La estética del retablo actual es flexible, hay variedad de formatos y temas, pero siempre se conserva la minuciosidad y el detalle en los trabajos.
-
Pero esta obra de arte se la debemos a las innovaciones de un gran maestro, a Joaquín López Antay.

Figura clave en la transformación del cajon llamado San Marcos en el retablo actual. A partir de su trabajo, las imágenes costumbristas y cotidianas se incluyeron en los cajones que antes estaban consagrados solo a la representacion del mundo religioso.

En 1975 recibió el Premio Nacional de Fomento a la Cultura "Ignacio Merino" por su obra. Dicha condecoración generó un gran debate entre los defensores del "arte culto" y los defensores del "arte popular". La artesanía, entonces, se elevó a la categoria de Arte. (Pese a quien le pese). Hoy la actividad de Joaquín es continuada por su hijo Ignacio y Mardonio López Quispe.

Homenaje Póstumo: El Congreso de la República del Perú y la Dirección Nacional de Artesanía del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo crearon la Sala de Arte Tradicional Peruano Joaquín López Antay.