¡Ojo, mucho ojo! "Willaq Pirqa" (2022) no es un remake de CINEMA PARADISO ni la versión andina de tal película, podrán tener premisa similar, pero el tratamiento es distinto, y te cueste creer o no, lo diré: la peruana es mejor que la italiana en cuanto a guion.
Veamos, lo mejor de CINEMA PARADISO está en su primera hora hasta el accidente del proyeccionista, todo lo demás va en declive en torno a lo que Totó (Salvatore Cascio) deberá afrontar: la pérdida de la persona que le enseñó el mundo del cine, la pérdida de la infancia y el primer amor que ya solo es un recuerdo, toda la segunda hora es solo pues una consecuencia/extensión/resolución larga donde se amplía temáticas.
Mientras que WILLAQ PIRQA si bien arranca de manera tibia, a medida que pasan los minutos nuestro personaje principal Sistu (Víctor Acurio) se va robando nuestro corazón con sus ocurrencias y aventuras cinéfilas donde se prioriza sutilmente una temática sobre las demás de principio a fin, que se hará explícita o visible poco a poco: "el poder de las historias mediante el cine, desde visualizarlas hasta narrarlas con lengua propia, en este caso mediante el quechua, e incluso la ficción cinematográfica puede reparar la cruda vida real que viven sus protagonistas".
El ritmo de la película es ascendente: la emoción y la expectativa va creciendo hasta su giro final que es la cúspide, de modo que la peruana es mucho más orgánica en su temática y más redonda en su ejecución narrativa en conjunto,... y a pesar de ciertas debilidades mínimas en el guion las cuales pasan a segundo plano hasta casi inadvertidas, la película lejos bien lejos de ser pretenciosa, está preocupada más en atrapar al espectador de manera efectiva e inteligente, inyectándole sencillez, calidez, alma y corazón a la historia. ✍
PUNTAJE: 9/10
en cartelera, exclusivo de Cineplanet